Plan de acción sobre la biomasa

Plan de acción sobre la biomasa

Resumen de la Normativa Comunitaria (Unión Europea) sobre Plan de acción sobre la biomasa

Áreas

Estas categorías agrupan y ponen en contexto las iniciativas legislativas y no legislativas, que tratan del mismo tema

Medio ambiente > Lucha contra el cambio climático

Plan de acción sobre la biomasa

Acto

Comunicación de la Comisión, de 7 de diciembre de 2005, «Plan de acción sobre la biomasa» [COM (2005) 628 final – Diario Oficial C 49 de 28.2.2006].

Síntesis

Para hacer frente a su creciente dependencia de la energía importada, la Unión Europea (UE) debe apoyarse en una nueva política energética orientada a la consecución de tres objetivos principales: competitividad, desarrollo sostenible y seguridad del suministro.

El plan de acción que ha elaborado la Comisión en el ámbito de la biomasa se inscribe en esa política energética, integrada y coherente, y responde de forma especial a la necesidad de promover las fuentes de energía renovables.

La biomasa

La biomasa, que es el conjunto de productos orgánicos vegetales y animales que se utilizan para fines energéticos (o agronómicos), representa actualmente alrededor de la mitad (del 44 al 65%) de la energía renovable que se consume en la UE.

Ese conjunto de productos orgánicos que es la biomasa satisface hoy el 4% de las necesidades del sector comunitario de la energía (69 millones de toneladas de equivalente petróleo [tep]). El objetivo para el año 2010 es que el uso de la biomasa haya aumentado hasta 150 millones de tep, aproximadamente.

Ese aumento producirá los beneficios siguientes:

  • una diversificación del abastecimiento energético de Europa;
  • una reducción notable de las emisiones de gas de efecto invernadero * (209 millones de toneladas);
  • empleos directos para entre 250 000 y 300 000 personas;
  • un posible descenso del precio del petróleo como consecuencia de la disminución de la demanda.

Debe observarse que estos beneficios se obtendrán probablemente sin mayores niveles de contaminación ni otros daños al medio ambiente.

En lo que atañe a los costes, las previsiones sitúan en 9 000 millones de euros los gastos derivados de las energías renovables.

La Comisión señala en su Comunicación tres sectores en los que el recurso a la biomasa debería ser prioritario: la producción de calor, la producción de electricidad y los transportes.

Biomasa para producir calor

El sector que consume más biomasa es sin lugar a dudas la calefacción. El procedimiento empleado es sencillo y poco costoso desde el punto de vista tecnológico. Paradójicamente, sin embargo, es en este sector en el que crece con mayor lentitud la proporción correspondiente a la biomasa.

Para corregir esta situación, la Comisión contempla varias medidas:

  • adoptar nuevas normas que regulen específicamente la utilización de las fuentes de energía renovables para la calefacción;
  • modificar la Directiva relativa al rendimiento energético de los edificios;
  • realizar un estudio sobre la mejora del rendimiento de las calderas domésticas alimentadas con biomasa y sobre la reducción de la contaminación.

Parece, por otra parte, que la calefacción urbana * (colectiva) se presta más que la individual a la utilización de combustibles renovables. Se trata, pues, de favorecer su utilización haciéndola más competitiva, rentable y cómoda.

Biomasa para producir electricidad

Como destaca la Comisión en esta Comunicación, las energías renovables ofrecen no pocas posibilidades en materia de producción de electricidad. Para que la biomasa se desarrolle en este sector de la mejor forma posible, parece que la atención debe centrarse en la aplicación de la Directiva relativa a la promoción de la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables.

Biocarburantes para el transporte

Al igual que el de la producción de electricidad, el sector del transporte está cubierto por la normativa comunitaria. Se trata de la Directiva relativa al fomento del uso de biocarburantes u otros combustibles renovables en el transporte.

En cumplimiento de sus disposiciones, la Comisión proyecta presentar en el 2006 un informe sobre la aplicación de esa Directiva con vistas a su posible revisión. Dicho informe abordará las cuestiones siguientes:

  • la fijación de objetivos nacionales para el aumento de la cuota de mercado de los biocarburantes;
  • la imposición de requisitos para este producto;
  • el establecimiento de un sistema de certificados de conformidad con las normas vigentes para el producto.

Por lo que se refiere al mercado de vehículos, la Comisión presentará próximamente una propuesta normativa para impulsar la adquisición pública de «vehículos limpios». Además, la futura estrategia para la industria del automóvil, que debe iniciarse en el 2006, contempla diversas medidas relacionadas con:

  • la utilización de biocarburantes;
  • la creación de incentivos fiscales;
  • la información a los consumidores;
  • la reducción de los atascos.

En cuanto al equilibrio entre producción interior e importación de biocarburantes, el plan que defiende la Comisión en su Comunicación es el siguiente:

  • proponer la revisión de la norma EN14214 para permitir, en la medida de lo posible y sin afectar a los rendimientos del carburante, el uso de una gama más extensa de aceites vegetales en la producción de biodiésel;
  • estudiar la modificación de la Directiva de los «Biocarburantes» para que, de estos productos, sólo se tengan en cuenta los producidos a base de plantas que respeten unas normas mínimas de viabilidad ecológica;
  • mantener unas condiciones de acceso al mercado que se ajusten a los acuerdos comerciales vigentes para el bioetanol * de importación;
  • adoptar una estrategia equilibrada en las negociaciones destinadas a la celebración de acuerdos de libre comercio con los países o regiones productores de etanol;
  • prestar apoyo a los países en desarrollo que deseen producir biocarburantes y desarrollar su mercado nacional.

En lo que respecta a las normas, la Comisión está revisando actualmente la « Directiva sobre la Cadidad de los carburantes » con relación a dos cuestiones:

  • los efectos en la salud y en el medio ambiente;
  • la incidencia en la realización de los objetivos fijados por la Directiva de los «Biocarburantes» y en el coste de esa realización.

La Comisión estudia, además, la supresión de los obstáculos técnicos injustificados o discriminatorios que existen en el campo de los biocarburantes.

Por último, dado que Europa está más dotada para producir bioetanol que biodiésel, la Comisión fomentará la utilización de etanol (en sustitución del metanol *) para reducir la demanda de gasóleo.

Incentivación de la oferta de biomasa

En el sector agrario, la reforma de la política agrícola común (PAC) ha introducido una «ayuda especial para los cultivos energéticos». En 2006, la Comisión evaluará la aplicación de esa ayuda y hará, en su caso, las propuestas que sean oportunas a la vista de los objetivos de la Unión en materia de biocarburantes. Asimismo, financiará una campaña de información sobre las prioridades de los cultivos energéticos y sus salidas al mercado.

En el ámbito de la silvicultura, las cifras indican que alrededor del 35% del crecimiento anual de los bosques de la UE se mantiene sin explotar. La Comisión está preparando actualmente un plan de acción en esta materia, que deberá ser adoptado en el 2006 y que abordará el tema de la utilización del bosque para fines energéticos. La Comisión, además, examinará el impacto en las industrias forestales del uso energético de la madera y de los residuos de madera.

Los residuos constituyen, asimismo, una fuente de energía subexplotada. Es por ello por lo que la Comisión está elaborando en la actualidad una estrategia temática sobre la prevención y el reciclaje de residuos. También está en preparación una propuesta de revisión de la normativa marco en materia de residuos.

Cada vez es más frecuente, por otra parte, que los subproductos animales no destinados al consumo humano se recuperen para fines energéticos. La Comisión tiene así el propósito de revisar el marco normativo que regula los procedimientos de producción en este campo, a fin de que puedan explotarse estas nuevas fuentes de energía sin afectar al nivel actual de protección de la salud pública y de la de los animales.

La Comisión presta igualmente una atención especial a la adopción de normas europeas para los combustibles sólidos derivados de la biomasa. Con ello pretende facilitar los intercambios, desarrollar los mercados y aumentar la confianza de los consumidores. El Comité Europeo de Normalización (EN) está trabajando hoy en la elaboración de esas normas.

Por lo que se refiere al abastecimiento, se ha puesto en marcha con el apoyo del programa comunitario «Energía inteligente – Europa» (2003-2006) una «Bolsa» europea de pellets y menudos de madera. La Comisión estudiará la forma de mejorar los resultados con vistas al posible establecimiento de un sistema comunitario de intercambios.

Por último, la Comisión impulsa, a nivel tanto nacional como regional, la elaboración de planes de acción que permitan evaluar mejor los diferentes aspectos que intervienen en el tema de la biomasa (disponibilidad física y económica, prioridades de utilización, medidas por adoptar, etc.).

Financiación de la biomasa

El Séptimo Programa Marco de investigación apoyo al desarrollo de las fuentes de energía renovables y alternativas forma parte integrante de los objetivos fijados por los Fondos Estructurales y de Cohesión. Corresponde, pues, a la UE y a sus Estados miembros favorecer ese desarrollo a través de la política regional.

La Comisión, por lo demás, recuerda en su Comunicación que el apoyo prestado a la producción y a la utilización de la biomasa debe respetar la política comunitaria en materia de ayudas estatales.

Biomasa e investigación

El que ha propuesto la Comisión reserva un lugar destacado a la investigación sobre la biomasa.

La Comisión va a estudiar la forma de impulsar más la investigación en dos frentes: la optimización de las plantas agrícolas y leñosas cultivadas para fines energéticos y los procedimientos de conversión.

Por último, sirviéndose del programa «Energía inteligente – Europa» (2007-2013), la Comisión prestará su apoyo a la difusión de técnicas que respondan a los objetivos europeos en materia de energías renovables.

Contexto

El plan de acción sobre la biomasa se enmarca en la nueva política energética de la UE, descrita con detalle en el Libro verde sobre la energía (marzo de 2006). La mayor parte de las recomendaciones contenidas en ese documento fueron aceptadas por los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE con motivo del Consejo Europeo de primavera celebrado los días 23 y 24 de marzo de 2006. Así pues, el desarrollo de una energía segura, competitiva y sostenible es una de las prioridades que se ha fijado la Unión en el proceso de reactivación de la estrategia de Lisboa .

Términos clave del acto
  • Los principales gases de efecto invernadero son el vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (o protóxido de nitrógeno) y el ozono (O3).
  • Calefacción urbana: equipos colectivos de distribución del calor producido en forma de vapor o de agua caliente por varias unidades de producción.
  • Biodiésel o biogasóleo: carburante obtenido a partir de aceite vegetal o animal transformado por un procedimiento químico llamado transesterificación.
  • Bioetanol: biocarburante para motores de gasolina. Los vegetales que contienen sacarosa (remolacha, caña de azúcar, etc.) o almidón (trigo, maíz, etc.) pueden ser transformados para producir bioetanol por fermentación del azúcar extraído de la planta azucarera o por destilación del almidón del trigo o del maíz.
  • Metanol: también denominado alcohol metílico o alcohol de madera, el metanol es el alcohol más sencillo. Se trata de un compuesto químico (CH3OH) con un alto nivel de toxicidad para el organismo. Es un líquido ligero, volátil, transparente e inflamable que se utiliza como anticongelante, disolvente y carburante (en el campeonato norteamericano de ChampCars desde 1964) y como desnaturalizante del alcohol etílico.
  • Silvicultura: este término, que etimológicamente significa cultivo de los bosques (del latín “silva” [selva, bosque] y -cultura), designa el conjunto de prácticas que, aplicadas de forma razonable y sostenible, permiten obtener del medio forestal un bien social.

Actos Conexos

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo – Informe de avance sobre la energía procedente de fuentes renovables – Informe de la Comisión de conformidad con el artículo 3 de la Directiva 2001/77/CE, el artículo 4, apartado 2 de la Directiva 2003/30/CE y sobre la aplicación del Plan de acción de la UE sobre la biomasa, COM(2005) 628 [

COM(2009) 192

final – no publicada en el Diario Oficial]. *
El presente informe constata los avances realizados en el ámbito de las energías renovables. La producción de energía procedente de este tipo de fuentes ha aumentado en algunos Estados miembros, sobre todo en el sector de la electricidad. Además, desde 2004 la cuota de energía procedente de fuentes renovables ha crecido 1,6 puntos en el sector del transporte.

A pesar de este progreso, existe el riesgo de que la Unión Europea no alcance sus objetivos para 2010 en este campo. Por lo tanto, es de vital importancia que la Comisión Europea siga animando a los Estados miembros a que apliquen la legislación existente y, en caso necesario, a que emprendan procedimientos de infracción que les permitan alcanzar dichos objetivos.

Comunicación de la Comisión, de 19 de octubre de 2006, « Realizar el potencial» [

COM (2006) 545

final – no publicada en el Diario Oficial].

Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, de 26 de mayo de 2005, sobre «La cuota de las energías renovables en la UE» [

COM (2004) 366

final – no publicada en el Diario Oficial].

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